viernes, 28 de noviembre de 2014

Iluminación y Plantas

Iluminación
El Carassius requiere mucha luz y, con preferencia, algo de luz solar. Una iluminación artificial prolongada,
reducirá su vitalidad y desmejorará el color.
Plantas
El acuario para Carassius no debe contener plantas que sean fácilmente desarraigadas, debido a la ya
comentada costumbre del pez de hociquear en el fondo, escarbándolo. Por lo tanto, deberán emplearse plantas
que se arraiguen fuertemente en la arena, que es lo mismo que decir que tales plantas deben poseer raíces
(Vallisneria, Echinodorus, Saggitaria). Para que el pez pueda llevar a cabo su ancestral costumbre de "picotear",
se recomiendan Elodeas, Cabombas y en general, plantas de hojas blandas.
En algunos textos se recomienda no colocar plantas en el acuario para Carassius y, cuanto más, dejar flotando
algunas Elodeas. Sin embargo, otros entienden que no debe ser así porque -en realidad- el acuario para estos
peces requiere muchas plantas pues, como ya hemos dicho en otra página, los Carassius suministran gran
cantidad de detritus. En consecuencia, se requieren elementos que absorban los productos de la descomposición
de estas materias orgánicas (nitratos, etc.) y, en este sentido, las plantas cumplen a la perfección tal función, pues
por su proceso de fotosíntesis incorporan estos materiales, para producir la síntesis de las materias proteicas,
grasas e hidratos de carbono.
Es obvio que las plantas que mejor realizan esta función son las que deberían elegirse, por lo que habrá que
preferir las de crecimiento rápido, pues esta característica indica que el proceso de asimilación es intenso.
Claro está que esta característica no es suficiente por sí sola y que, además, las plantas elegidas deberán
desarrollarse adecuadamente a la temperatura que deberán soportar, así como el valor de dureza y ph
requeridos por el agua que es adecuada para la vida de los Carassius.
Las plantas que cumplen con este requisito son las siguientes:
Acorus.
Coratophyllum submersum: se desarraiga fácilmente.
Cabomba: se desarraiga fácilmente y dada su fragilidad el Carassius la rompe en pedazos al picotearla. Se
incorpora a su dieta vegetal. Requiere media luz.
Elatina macropoda.
Elodea: buena si está a la sombra; es frágil; crecimiento rápido pero constituye una planta de corta duración,
pues prefiere aguas duras).
Fontinalis antypiretica (es una de las mejores).
Hydrilla verticilata.
Lysimachia nummularia.
Myriophyllum verticilatum, o spicatum: se desarrollan rápidamente).
Vallisneria Spiralis.
Saggitaria.
Ludwigia.
Bacopa.
Como planta de adorno, pueden colocarse algunas variedades de Aponogeton, que también son de crecimiento
lento, tienen la virtud de tener hojas muy fuertes. De las plantas de superficie, la Lemna (lenteja de agua) parece
ser preferida a la Salvinia y, de hecho, el Carassius gusta picotear la raíz de esta pequeña y simpática planta, que
se propaga tanto que es necesario controlar su cantidad, para que no entorpezca la absorción de oxígeno por
parte del agua.
Para reducir la intensidad luminosa puede emplearse, asimismo, la Riccia fluitans que no posee raíz y que, con
mucho sol, forma burbujas de oxígeno que retiene largo tiempo en su masa. Crece muy rápidamente.
La Eichorna crassipes (camalote) no es apta para acuarios interiores, sino para estanques. Muere en invierno.
Tampoco la Azolla filiculoides y la Pistia stratiotes (lechuga del agua) son aptas para acuarios interiores.
El exceso de vegetación es peligroso, especialmente si hay mucha luz, pues el proceso de síntesis clorofílica será
acelerado y no existiendo suficiente cantidad de anhídrido carbónico para ello, será separado de los
bicarbonatos, los que se transformarán en carbonatos insolubles. Como la dureza depende de las sales solubles,
se reducirá, o sea que el agua se tornará muy blanda.
Al mismo tiempo, el pH se elevará, pudiendo llegarse al caso extremo denominado "alcalosis".

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